Las modas, tendencias y el síndrome del objeto brillante en educación son bastante comunes. Más de lo que nos pensamos o podamos apreciar desde nuestra visión, como siempre, sesgada.
Una visión que, a veces, se sumerge en el efecto túnel, viendo constantemente la luz al final, pareciendo que nos estamos acercando a nuestro objetivo de manera directa y convencida cuando en realidad estamos avanzando de manera errática, yendo de un costado del túnel al otro y tropezando con piedras que nos hacen ralentizar el avance. ¿Por qué pasa esto?

El síndrome del objeto brillante en educación
Cuando hablamos de modas y tendencias todas las personas sabemos a qué nos referimos. Pero, ¿qué es el síndrome del objeto brillante? ¿Lo padezco? Y, sobre todo, ¿tiene cura?
Podemos definir esta conducta como "el impulso de sentirse constantemente atraído por la novedad, sea una nueva idea, proyecto, actividad o herrramienta".
Y si bien no parece haber nada negativo en este "síndrome", hay pequeñas trampas invisibles a nuestros ojos que se disfrazan de curiosidad e ilusión pero que, cuando caemos en ellas, nos devuelven a ese túnel oscuro en el que nos desorientamos. Nos hacen perder, aunque sea intermitentemente, el porqué de nuestro viaje, enublando la luz de la salida en algunos casos y, en la mayoría, teniendo como consecuencia la bajada de productividad y eficiencia.
Consecuencias: para mí y mi alumnado
En esta época parece que no solo estemos obligados a ser productivos, sino también a sentirnos. Estamos constamentente bombardeados por nueva información en forma de artículos, tweets (o posts), podcasts, boletines, blogs, noticias y notificiaciones que llegan a nuestros teléfonos de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día.
Una información, en la mayoría de casos muy útil, pero que sin límites (como por ejemplo eliminar las notificaciones de tu teléfono) alimenta nuestro síndrome del objeto brillante sin tregua, poniéndonos la miel en la boca para descubrir, probar y cambiar constantemente. Aunque nos funcione lo que estábamos haciendo previamente.
Te suena, ¿no?
Las herramientas
Hablo, en primer lugar, de herramientas. Miles y miles de herramientas a disposición del docente (ahora todavía más con el boom de las IAs) para hacer procesos a priori diferentes, pero en el fondo para conseguir los mismos resultados: el aprendizaje del alumnado.
Es cierto que algunas de ellas tienen grandes ventajas sobre otras, pero son las mínimas. Cambiamos de herramienta tan habitualmente como de ropa interior sin pensar en las consecuencias que esto tiene: curva de aprendizaje, inversión de tiempo, acostumbrarse a la interfaz, reducción de la efectividad e incluso aumento del estrés.
Las herramientas educativas son muy valiosas, sin duda. Pero no hay que olvidar una cosa: las herramientas son tan valiosas como el valor que sepa sacarle la persona que las utiliza. Comprarle a mi madre un iPhone de última generación carecerá de sentido. Igual que darme a mí un Motorola del 2005.
Algunas buenas prácticas:
- Elige pocas herramientas con las que puedas lograr tus objetivos.
- Cambia cuando creas que la inversión de tiempo y la curva de aprendizaje merecerán la pena para los resultados que podrás conseguir con la nueva.
- Muchas de las veces no es la herramienta, eres tú.
- La herramienta se debe adaptar a tu método de enseñanza, no tu método a la herramienta. Escoge la que te haga la vida más fácil.
- Si es online, mucho mejor. Podrás acceder a ella siempre que quieras (o que el internet del colegio funcione)
Las metodologías
Y si nombrábamos las herramientas, las metodologías no se quedan atrás. Somos víctimas de las modas. No nos queremos sentir desplazados. Queremos ser parte del grupo y, a veces, nos acogemos a metodologías o prácticas que pensamos vanguardistas.
Unas metodologías y prácticas que, pasado un tiempo (y no sé si por suerte o desgracia), se acaban olvidando, sustituyendo por otra nomenclatura más adaptada a los tiempos que se viven o, esta vez sí que con suerte, acaban siendo efectivas pedagógica y didácticamente, terminando por desarrollarse e instaurarse. Aunque me atrevería a decir que estas son las menos.
¿Las consecuencias? Más o menos las mismas que con las herramientas: pérdida del foco en el objetivo, confusión al alumnado, menos efectividad y, también en algunos casos, el estrés y la frustración de ver que no "somos lo suficientemente buenos" para poner una nueva forma de enseñanza en marcha.
Combatir el síndrome del objeto brillante en educación
Bien. Lo entiendo. A mí también me pasa. ¿Cómo puedo ser más productivo y enfocarme en mis objetivos, tanto personales como educativos? Ya sabes que en esto de la educación no hay pautas que sirvan en todos los casos. La educación es un problema complejo (de esto hablaremos en otro artículo), hay demasiados elementos transcurriendo al mismo tiempo, cada uno con diferentes características.
¿Qué podemos hacer?
- Definir y establecer claramente los objetivos. Priorizarlos, de más a menos importancia. Si todo es prioritario, nada lo es. ¿Qué quieres conseguir? ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Qué tendríamos que evitar?
- Dejar un margen. A veces, el objeto brillante despende tanta luz que nos deslumbra por sus supuestos beneficios. Antes de lanzarnos a la acción, démonos tiempo. Dejemos un espacio para pensar si todo el esfuerzo y tiempo que supone cambiar merecerá la pena con el valor real que nos pueden aportar y el impacto que tendrán en los objetivos, planes y recursos iniciales.
- Poner el objeto brillante a prueba. Si se piensa que la nueva idea tiene potencial, se puede desarrollar una prueba piloto para ver cómo funciona y después escalarlo si los resultados lo justifican.
Y sí. Esto suena muy bien en la teoría. La práctica es mucho más difícil. Queremos innovar, siendo lo que sea que entendamos por esta palabra, sentirnos valiosos, actualizados e informados. Pongamos barreras para evitar el deslumbramiento y planteemos unos objetivos claros y definidos que nos guíen como un mapa en nuestra excursión.
Gran artículo Isaac.
Me lo llevo para mi podcats. 😍
Ay! Que no puse datos.
Santi Rey
cursosytutos.es
(Ahora sí 😍)