La productividad, ese tema que nos lleva locos y que cada vez va cogiendo más fuerza en el mundo empresarial y personal. Cada vez vemos a más gente que se preocupa por su productividad, por saber en qué invierte su tiempo, y no es para menos. ¿Qué hay más valioso que nuestro tiempo? Este tema da para muchísimo: técnicas, aplicaciones, expertos y expertas o franjas en las que trabajamos más somos más productivos o menos. Yo no me voy a meter en ninguna de ellas, os cuento.
Normalmente cuando voy en el bus o en el skytrain escucho diversos podcasts sobre diferentes temas: negocios, marca personal, marketing, desarrollo, educación... Hace unos días, en uno de los episodios del programa Youpreneur en el que se entrevistaba al doctor John Demartini, educador y especialista en el comportamiento humano, comentaban que una de las bases para ser más productivo era decir más veces que no. ¿Cómo? Esto no es lo que yo estaba haciendo hasta ahora. De hecho, es justamente lo contrario.

Beneficios de decir más veces "NO"
Desde pequeños nos han intentado enseñar a decir que no a ciertas cosas. Y es verdad, decir que no es difícil, más de lo que parece. Muchas veces influyen otros factores como querer ser o parecer educado porque tendemos a relacionar la respuesta "NO" como algo maleducado o desagradecido. Pero no, nada más lejos de la realidad, se pueden rechazar propuestas, invitaciones u ofertas de una forma cordial y educada, muchas veces sin tener que explicar las razones.
Según el invitado del episodio y Chris Ducker, el entrevistador, decir que no presenta bastantes beneficios entre los que destaco dos:
Escoge las actividades o propuestas que te aporten
A ver, que con este subtítulo puede que no quede del todo claro. Con esto quiere decir que todo lo que escojas hacer debe estar completamente ligado a tu área profesional (o personal) y que te va a ayudar a desenvolverte en ella. Con ello, escogiendo tan solo estas opciones, serás mucho más productivo porque no invertirás tu tiempo en algo que no está tan relacionado con tu área y por lo que puede que no te sea tan útil.
Por ejemplo, si eres futbolista y te invitan a un entrenamiento de tenis deberías rechazarlo. Aunque te está sirviendo para mejorar tu velocidad de reacción, la carrera en distancias cortas, el fortalecimiento de tus músculos y tus reflejos, no está 100% ligado a tu área, que es el fútbol, por lo que deberías invertir esas horas en hacer algo todavía más específico y conectado con tu ámbito.
Establece objetivos y los procesos para conseguirlos
Tanto el entrevistado como el host del programa dan por hecho que para comenzar a ser productivos nos tenemos que marcar unos objetivos que cumplir. Y tienen razón. Si no sabes lo que quieres conseguir concretamente, no vas a poder ser productivo porque irás saltando de una actividad a otra, de un área a otra.
Es importante que los objetivos que te establezcas sean SMART (inteligentes), que además es una palabra que forma un acróstico que nos ayuda a establecernos estos objetivos inteligentes: Specific (Específicos), Measurable (Medibles), Achievable (Alcanzables), Relevant (Relevantes) y Timed (en un tiempo limitado). Si quieres saber más de esto te puedo echar un cable, en unas semanas escribiré un artículo sobre como me ha ido durante el 2019 con mis objetivos -es la primera vez que lo he hecho y creo que salen cosas bastante positivas. ¡Vamos a por los del 2020!-
Una vez tengas establecidos los objetivos que quieres conseguir, tendrás que establecer lo que vas a hacer para conseguirlos, es decir, pequeñas actividades o comportamientos que vas a llevar a cabo para conseguir el objetivo último. Por ejemplo, si mi objetivo es mejorar el inglés me pondré pequeñas acciones que me lleven a ello: leer en voz alta 3 artículos y escuchar dos vídeos de 10 minutos a la semana. Para medir este objetivo habrá que ponerse hitos que podamos medir, por ejemplo: soy capaz de entender el vídeo sin subtítulos.
Resumiendo, que si las acciones o actividades que te han ofrecido hacer o que tienes la oportunidad de hacer no son 100% y repito, 100%, coherentes y ligadas con tus objetivos no deberías hacerlas.
La creatividad del "SÍ"
Ahora, tenemos que ver la otra cara de la moneda. El "SÍ". Esto es lo que yo estaba haciendo y poniendo en práctica hasta ahora. Y te explico porqué.
Mis objetivos en este momento eran los de aprender cosas nuevas, conocer nuevas personas, desarrollarte en ámbitos que no están ligados con tu profesión o incluso con tus intereses pero de los que puedes sacar aprendizajes muy positivos para desarrollar tu negocio, tu propia personalidad y aprender conocimientos y conceptos transversales que te lleven a aplicar lo que se está haciendo en otras áreas en la tuya.
¿Cómo vives todas estas experiencias y aprendes conoces nuevas personas? Diciendo que sí. Apuntándote a cada oportunidad que tengas que creas que te va a servir para aprender nuevos conceptos y conocer a nuevas personas que te ayudarán a mejorar tu futuro negocio y que te permitirán hacer conexiones entre muy diferentes ámbitos para al final innovar juntando todas estas ideas.
¿Conoces a Steve Jobs? Estoy seguro de que sí. Pues él hizo algo parecido a esto. Su mundo era la tecnología, el desarrollo de aparatos como el Macintosh, el iPhone o el iPad. Un día decidió dejar una carrera y centrarse en el aprendizaje de caligrafía. ¿Qué relación tiene la caligrafía con todo ese mundo de la tecnología? A priori, absolutamente nada. Pero ahí está la magia, en el ser capaz de juntar estos dos mundos tan diferentes para integrar las dos ideas en una. Ahora, gracias a Steve Jobs, ¡existe la letra Comic Sans!
Los aprendizajes del "SÍ"
En mi caso, diciendo que sí a todo casi todo he aprendido muchísimas cosas en unos pocos meses. Es verdad, también es porque acababa de llegar a Canadá, no tenía trabajo ni ingresos y había que buscarse la vida. Pero sigo haciéndolo en cierta medida. Algunos de los aprendizajes:
- Conocer cómo funciona una cocina de un restaurante por dentro y cómo los camareros "se acuerdan" de lo que ha pedido cada persona.
- Saber cómo funciona una tienda multinacional desde el almacén hasta que cobras el producto.
- También he aprendido cómo NO hay que repartir flyers para una discoteca. La verdad que no estoy hecho para ese trabajo.
- Y cómo NO se tiene que contratar a alguien y darle la bienvenida en su primer día de trabajo.
- He conocido a personas que han creado empresas de la nada y que han dejado todo para venirse a un nuevo país.
- Cómo funciona y qué es American Way, una empresa que se rige por el esquema piramidal.
¿Sí o no?
La respuesta es "depende". Principalmente depende de tu objetivo y de tu plan. (1) Si ya tienes un proyecto validado, que funciona, que te da beneficios puede que te interese evitar que muchas otras cosas te quiten tiempo de este crecimiento. (2)Pero si estás formándote, creciendo para comenzar tu proyecto o incluso en una primerísima fase donde sigues en tu zona de confort, ver otras áreas, conocer a otras personas, tener otras experiencias te puede dar ese plus que necesitas.
Podríamos dividirlo por niveles:
- Un primer nivel donde dirías que sí a todo para formar contactos, aprendizajes, etc.
- Un segundo en el que comenzarías a decir que no a aquellas experiencias muy alejadas de tu proyecto u objetivos.
- Un tercero en el que sería un NO rotundo para concentrarte en tus objetivos primordiales y hacer crecer tu proyecto.
- Y, finalmente, un último nivel en el que volveríamos a comenzar la rueda para seguir aprendiendo y creciendo (con algunos matices)
Como habrás intuido yo me encuentro en el primer nivel. Estoy muy lejos todavía de especializarme y querer quedarme en un solo área. De momento sigo leyendo y aprendiendo de todo lo que puedo, mayormente de educación y empresa, pero no dejo pasar oportunidades como la de trabajar en un restaurante y conocer a gente fantástica o saber lo duro que se hace trabajar sábados y domingos en una tienda.