Una de las claves para llevar la LOMLOE al aula es saber cómo programar las situaciones de aprendizaje, teniendo en cuenta sus características, lo que son y cómo aprende el alumnado para poder crear sesiones más eficientes, interesantes, motivadoras y centradas en ellos y ellas.
En este artículo nos centramos en el método SQ4R que consta de diversos pasos que, de alguna forma, nos guian en el establecimiento de una estructura sólida a la vez que flexible y participativa por la que discurrirá el aprendizaje de nuestro alumnado.

¿Qué es programar?
La programación anual debe ser una herramienta, un documento vivo, capaz de cambiar y adaptarse según va transcurriendo el curso y que nos permite mantener el foco en los objetivos finales. Por tanto, nuestra programación didáctica debe ser algo más que burocracia.
Es verdad que para obtener todo el beneficio posible de ella, tenemos que realizarla a través de la reflexión, entendiendo nuestro entorno, la LOMLOE y qué posibles estrategias seguiremos para completar su organización y puesta en marcha en la clase.
En esta programación deberemos reflejar cómo pensamos temporalizar el curso, los materiales que utilizaremos, las herramientas de evaluación, las actividades, los momentos para evaluar, los recursos, apps, webs, dinámicas, etc., pero, como comentábamos, sabiendo que pueden cambiar en cualquier momento y que todos estos elementos se utilizan con un propósito: lograr los objetivos marcados.
¿Cómo programar las situaciones de aprendizaje?
Seguramente esta sea una pregunta un tanto ambiciosa. Dudo mucho, como en casi cualquier ámbito educativo, que haya una única respuesta. Por tanto, partiendo de que no hay una única forma y que, aunque la hubiese, no se acoplaría a las necesidades de todos y todas las docentes, debemos comenzar planteándonos cómo planificamos actualmente una unidad didáctica, situación de aprendizaje o proyecto. Pero no solo eso, sino llevar esta introspección más allá y pensar cómo podríamos programar para que el aprendizaje se desarrollase más eficientemente.
Es por ello que en este artículo nos centraremos en el método SQ4R, uno de los que más me ha gustado por cómo estructura el aprendizaje y que, creo, es coherente con cómo aprendemos mejor.
El método SQ4R para programar las situaciones de aprendizaje
Para programar las situaciones de aprendizaje podemos utilizar este método, cuyo nombre es el resultado de las palabras:
- Survey (explorar)
- Question (preguntar)
- Read (leer)
- Recite (que yo lo traduciría como revisar)
- Reflect (reflexionar)
- Review (que en este caso creo que está más cerca de evaluar).
1. EXPLORAR
Consiste en la presentación de una lista de preguntas o temas que se abordarán durante la unidad/situación/proyecto y que tienen como objetivo despertar el interés del alumnado. De esta forma, estaremos fomentando la evocación de sus conocimientos previos.
Personalmente, me parece una buena práctica presentar estas preguntas o temas y darle al alumnado la oportunidad de debatirlas en grupo, así conseguimos que intercambien conocimientos, reflexionen y se desarrolle un aprendizaje cooperativo entre iguales.
Como puedes observar, es muy parecido a lo que se quiere conseguir con las situaciones de aprendizaje que nombrábamos anteriormente o lo que ya se hacía con el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).
Además, siguiendo los principios de la evaluación formativa, estas preguntas pueden ser el objetivo a conseguir (lo que el alumnado debe saber) al terminar el bloque. De esta forma, desde el primer día, se conocen los contenidos que se van a exigir. Si a esto le adjuntamos lo competencial (exposiciones, trabajos, etc.) la parte de evaluación la tendremos muy avanzada.
2. PREGUNTAR
Ya bien sumergidos en el contenido, es importante que durante el tema/capítulo vayan apareciendo preguntas guía que nos ayudarán a enfocar mejor el estudio.
Por ejemplo, al finalizar cada bloque, dentro del mismo tema, podría haber un par de preguntas que nos ayuden a enfocarnos y reflexionar sobre la parte principal del mismo, qué hemos aprendido y cómo. La importancia de la metacognición, que abordamos en la Edición 79 y Edición 109 del boletín del Educlaustro.
Esto ayudará al alumnado a centrarse en lo esencial (para conseguir los objetivos finales) y a nosotros/as nos puede servir para continuar con esa evaluación formativa y continua. Además, el esfuerzo de recordar y traer de vuelta a nuestra memoria de trabajo este contenido, hará que se refuerce y perdure más en la memoria a largo plazo. Por aquí puedes leer más sobre cómo funciona la memoria de nuestro alumnado (y la nuestra).
3. LEER
Es súper importante leer bien y, sobre todo, facilitar la lectura y la adquisición de la información. Para ello, destacar términos en negrita, crear resúmenes o incluir pequeños glosarios durante el tema, nos ayudará a que, de un golpe de vista, podamos tener una idea clara de los conceptos más importantes. Y, volviendo a lo de antes, fortaleciendo las conexiones que se generan entre la información previa y la nueva.
Pero no debemos quedarnos ahí, sino también añadir ilustraciones, tablas, índices, ejemplos y analogías que nos ayudarán a comprender todo lo que se ha leído o estudiado. Es importante destacar que el cerebro humano aprende mucho mejor con historias y analogías, ya que le es mucho más fácil ligarlas a experiencias previas.
Antes de concluir este punto, es esencial hablar del DUA, ya que fomentar que la información aparezca en diversos canales ayuda y favorece la inclusión y, además, sirve de apoyo para comprender todavía mejor el contenido, como hemos nombrado anteriormente.
Boletín Educlaustro
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4. REVISAR
Durante el proceso de aprendizaje es importante establecer momentos para revisar y repasar el contenido. Este hecho es coherente con la evaluación continua y formativa, ya que nos permitirá conocer las dificultades del alumnado antes de acabar el bloque/unidad con el fin de reforzar y ayudarles donde más lo necesiten.
Este repaso o revisión se puede hacer de muchísimas formas, entre las que se encuentran los tests o exámenes, cuestionarios, preguntas abiertas en formato oral, el uso de herramientas como Blooket, Kahoot! o Quizizz, o incluso la preparación de un Escape Room.
El hecho de revisar la información anterior forzará al alumnado a: primero, esforzarse por evocarla/recuperarla de su memoria a largo plazo (lo que refuerza el aprendizaje profundo). Y, segundo, tras haber hecho el esfuerzo de recuperación, aunque este no haya sido fructífero, hará que la revisión del contenido sea mucho más productiva y permanezca con más facilidad en nuestra memoria, estableciendo conexiones más fuertes con otra información. Es por ello que el orden (primero evocarlo y luego revisarlo) sí que es muy importante en este caso.
Por otro lado, estas revisiones periódicas durante el tema son coherentes con la práctica espaciada que vendría a ser el hecho de practicar o revisar una información dejando un lapso de tiempo para integrarla mejor en nuestro cerebro. Esta, junto con la evocación (ya nombrada) y la práctica deliberada son 3 pilares fundamentales del aprendizaje.

Ilustración que refleja la práctica espaciada. Realizada por Isaac Guerrero
5. REFLEXIONAR
La psicología cognitiva dice que el hecho de reflexionar sobre la nueva información es uno de los mejores caminos para conseguir la comprensión y formar recuerdos duraderos (Anderson 2005; Gadzella, 1995; Goldstein, 2008).
A esto lo denominamos: metacognición. El hecho de reflexionar sobre lo que estamos aprendiendo, cómo lo estamos haciendo y la relación que tiene con otros aprendizajes previos, hace que el aprendizaje sea mucho más efectivo y duradero.
Héctor Ruíz ya explicaba que el aprendizaje activo no significa "hacer cosas", sino que el alumno esté procesando y pensando sobre lo que está haciendo y porqué. Un ejemplo que nos puede ayudar a comprender esta diferencia es la realización de una maqueta.
No sirve de mucho hacer una maqueta del relieve de España si luego no reflexionamos sobre los elementos que la conforman. Y esta reflexión puede ser más o menos técnica según la edad o las necesidades del alumnado. Por ejemplo podríamos reflexionar preguntando:
- ¿Qué tienen en común el mar Cantábrico y la cordillera Cantábrica?
- ¿Te has fijado dónde nacen todos los ríos? ¿Y dónde acaban?
- ¿Por qué en estas zonas hace más frío?
- ¿Qué significa el color verde, marrón y azul de la maqueta?
- ¿Por qué en la costa hay más verde y en el interior más marrón?
Estas cuestiones se podrían abordar en un 3º o 4º de primaria, donde no tratamos detalles técnicos pero sí les "forzamos" a pensar sobre lo que están representando en la maqueta y a buscar un porqué.
6. REVISAR
Y llegamos al último escalón para programar las situaciones de aprendizaje. Tras haber hecho el seguimiento continuo de la evaluación formativa, llegamos al final donde revisaremos todos los conceptos aprendidos.
En este estadio podemos hacer exposiciones, la explicación de las maquetas, vídeos, pósters, usar el chroma y otras decenas de propuestas que nos ayuden a revisar todo lo que hemos ido adquiriendo durante el tema.
Además, estos productos pueden ser utilizados como un material o recurso más en cursos posteriores o en otras clases, siendo así utilizados a su vez para revisar y para aprender.
Conclusión
Como una breve conclusión diremos que el método SQ4R es tan solo un método más para programar las situaciones de aprendizaje o cualquier otro proyecto o contenido. Debemos ser conscientes que en educación no hay una solución que nos valga para todos los y las docentes, por lo que tendremos que adaptarla a nuestra forma de trabajar y nuestro contexto.
Sin embargo, este método me ha parecido bastante efectivo y coherente, partiendo en un primer estadio evocando la información del alumnado y haciendo un seguimiento continuo de su progreso, algo esencial para llevar a cabo la evaluación formativa.
Fuentes
- Coon, D. y Mitterer, J. (2014). Introducción a la psicología: El acceso a la mente y a la conducta. Cengage Learning.
- BBVA Aprendemos Juntos (Enero 2022). Héctor Ruiz: El cerebro y sus conexiones: Aprender a aprender [Episodio de pódcast de audio].