Hace ya tres semanas que aterricé en Vancouver por un año. Doce meses en los que perfeccionar mi nivel de inglés, obtener experiencias diferentes a las que he vivido en España y comenzar a viajar más.
La primera de estas experiencias está siendo la participación en el Bodwell’s Summer Program, en el que ya llevamos casi dos semanas con los estudiantes. El pasado lunes se unieron más de 150 niños y niñas de alrededor de todo el mundo. Todo un reto y una experiencia ver cómo se organiza este programa y poder participar activa y diariamente en él.
Además, ese mismo día, como es habitual en el campamento, realizamos la reunión semanal en el que todos los monitores hacemos alguna actividad o reflexionamos sobre algún aspecto del campamento. En esta ocasión lo hicimos sobre nuestros propios objetivos, reflexionando y compartiendo lo qué nos había motivado para venir aquí y porqué.
La actividad: Reflexionando sobre los objetivos
Durante la actividad todos y cada uno de nosotros fuimos diciendo el porqué de querer formar parte de este equipo de 20 monitores y cómo pensábamos que este programa nos iba a ayudar a formarnos como personas y profesionales.
Algo que me sorprendió muy gratamente fueron dos palabras que se repitieron una y otra vez: confort y ambición. Muchos de nosotros estábamos muy cómodos en nuestro país de origen, con una rutina establecida, sin tener que esforzarnos demasiado o sin aprender cosas nuevas a diario. Eso nos movió a sumergirnos en otros ambientes y experiencias. El ser ambiciosos y ambiciosas y querer ir un paso más allá.

Confort y ambición. Dos palabras que a priori pueden parecer inconexas, pero que si ahondamos en ellas podemos ver una relación contrapuesta. Si tienes ambición, ganas de mejorar y aprender no estarás durante mucho tiempo cómodo/a, siempre querrás moverte a un nivel superior para seguir desarrollándote, aprendiendo y, como consecuencia, te sentirás inseguro/a durante un tiempo.
Los objetivos de nuestros/as estudiantes
De la misma forma que nosotros hicimos esto el segundo lunes del campamento, ¿se podría hacer en la escuela? Por supuesto. Normalmente, nosotros como maestros y maestras, sabemos qué queremos y debemos conseguir con los niños durante el año académico, pero no sabemos qué quieren conseguir ellos.
Raramente preguntamos cuáles son sus objetivos, qué pretenden hacer durante el año, qué les gustaría aprender, qué les gustaría mejorar, etc. Es verdad, son niños y estos objetivos van a ser de lo más volátiles, pero eso mola. Irán cambiando, irán aprendiendo cosas nuevas y sabrán que nosotros (sus maestros y maestras) somos conscientes de lo que quieren conseguir y les vamos a ayudar a conseguirlos.
Desde aquí os invito a llevar esta actividad a cabo con los estudiantes cuando nos reincorporemos a las clases en septiembre. Una actividad que nos permitirá conocer más al alumnado y ayudarles durante todo un año a conseguir aquello que se vayan proponiendo. Y, por supuesto, cuéntamelo si lo llevas a cabo 😉
La importancia de los objetivos
Por todos son conocidos los propósitos de año nuevo que suelen llevarse a cabo durante los primeros quince días del mes de enero y que luego caen en el olvido hasta el último día del año en el que, esta vez sí, nos juramos que los vamos a cumplir. ¿Por qué solo nos proponemos objetivos de año nuevo y con una duración de un año?
Es importante ir estableciéndose diferentes objetivos para ir mejorando, aprendiendo y nunca conformarse con lo que se tiene. Podemos utilizarlo como hoja de ruta para no “perdernos” durante el camino. Como un mapa, es necesario escribirlos en un lugar donde los podamos ver y recordar a diario. Esto nos ayudará a mantenerlos, saber qué queremos, qué perseguimos y el porqué, además de ayudarnos a conseguirlos. A partir de aquí, una vez establezcamos los objetivos, podremos establecer diferentes sistemas o acciones para alcanzarlos y ser conscientes de cómo pequeñas actividades diarias nos facilitan su adquisición.
Los objetivos para conocer y conocerte
Compartir nuestros objetivos y metas es otro de los puntos esenciales. Contarlos a otras personas o a los propios compañeros nos puede ayudar de dos formas:
- Añadiendo un poco de presión sobre nosotros mismos al no querer quedar mal delante de otras personas por no haber completado los objetivos que nos propusimos.
- Crear sinergias entre compañeros o amigos que tienen objetivos comunes y los cuales se pueden ayudar mutuamente para conseguirlos.
En cuanto a los objetivos dentro del aula, como hemos comentado, nos ayudarían a conocer a los niños y niñas, saber hasta donde quieren llegar para poder tenderles nuestra mano y ofrecerles toda la ayuda posible más allá de los contenidos curriculares.
La canción de hoy es de Sí que puedes - El Kanka (más información en el episodio de hoy) 💥